EL AMOR SOLO SE PAGA CON AMOR (7 de 8)
La
prueba de que el amor se paga solo con amor la tenemos claramente en la
Escritura. En el A. T. podéis leer el capítulo 58 de Isaías en que explica en
que consiste el verdadero ayuno. Pero es en el Nuevo donde san Pablo nos
explica con toda claridad y esplendor nos dice que solo vale el amor ante Dios.
Es en el texto ya conocido, llamado el himno a la caridad, al amor: “Aunque
hablen lenguas de hombres y de ángeles si no tienen caridad son como bronce que
suena o címbalo que retiñe. Si tuviera el don de profecía y tanta fe que
trasladara montañas, si no tengo caridad, nada soy. Aunque repartiera todos mis
bienes y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad nada me
aprovecha” (1Cor 13,2).
La
cosa está clarísima. Sin la caridad, sin el amor, nada vale delante de Dios. Lo
único que cuenta es el amor. Sin el amor no somos nada ni valemos nada delante
de Dios. Ante él lo único que cuenta es el amor. Por eso tan infinito y lleno
de ternura de Dios, de Jesús solo lo podemos pagar con amor total y radical.
¿Qué importa que le demos esta cosa o la otra si lo único que conoce, admite y
desea es al amor? Todas las demás monedas no las reconoce. El amor se paga solo
con amor. San Juan de la Cruz, el cantor exquisito de amor, cita este texto de san
Pablo, diciendo: “Porque, así como el amor es unión del Padre y del Hijo, así
lo es del alma con Dios. Y de aquí es que, aunque un alma tenga altísimas
noticias y contemplación y conociere todos los misterios, si no tiene amor, no
le hace nada al caso, como dice san Pablo (1cor 13,2) para unirse con Dios” (CE
13,11)
P. Román
Llamas, ocd
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