EL AMOR SOLO SE PAGA CON AMOR (4 de 8)
Así
amó Dios al mundo que le envió a su Hijo unigénito no para condenar al mundo
sino para salvarlo (Jn 3,16). Jesús es el gran Revelador de la paternidad, la
bondad, la misericordia, del amor de Dios Padre no solo con sus palabras, sino
sobre todo con su vida y sus obras. Jesucristo es el Rostro visible del Padre
del cielo: el que ve a Jesús, ve al Padre (Jn14,9), Yo y el Padre somos uno (Jn
10,30). “Jesucristo descubre y revela la altísima dignidad del hombre,
revelando el misterio del Padre y su amor (Gaudium et Spes, 22). Pues bien, en
Jesús vemos el amor infinito del Padre: No hay mayor amor que dar la vida por
los amigos. Y también vemos en él el conmoverse del corazón y las entrañas de
Dios Padre ante las miserias humanas: Al ver a las multitudes entre las que
abundan los mudos, sordos, ciegos, lisiados, leprosos… y que desde hace días le
han seguido y no tienen qué comer, se le conmovieron la entrañas, tuvo
compasión de ellos e hizo el milagro de la multiplicación de los panes y los
peces.
P. Román
Llamas, ocd
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