EL AMOR SOLO SE PAGA CON AMOR (2 de 8)
El
profeta Jeremías nos dice a su vez: “De lejos se me apareció el Señor: con
amor eterno te he amado, por eso mantengo todavía misericordia para ti”
(Jer. 31 3). “Efraím es para mí un hijo muy querido, un hijo que constituye
mis delicias” (Jer 31,20) “Esta será la alianza que concluiré con la
casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: pondré mi ley en su
espíritu, la escribiré en su corazón. Entonces yo seré su Dios y ellos serán mi
pueblo. No deberán instruirse los unos a los otros, diciendo: reconoced al
Señor, porque todos me conocerán desde el más pequeño al más grande, dice el
Señor; porque yo perdonaré su iniquidad, ni me acordaré más de sus pecados”
(Jer. 31, 31-34).
El capítulo 11 del profeta
Oseas es como una especie de evangelio anticipado. Estas son sus palabras. “Cuando
Israel era niño yo le amé y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más les llamabas,
más se alejaban de mi: inmolaban víctimas a Baal, quemaban incienso a los
ídolos. Yo enseñé a caminar a Efraín, llevándole por la mano, pero no
comprendieron que cuidaba de ellos. Con cuerdas de bondad los ataría, con lazos
de amor. Era para ellos como quien alza un niño hasta sus mejillas, me
inclinaba hacia él para darle de comer” (Os 11,1-8)
P. Román
Llamas, ocd
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