d) Consulta con Dios Padre sus asuntos (5 de 8)
Puesto que está
convencido que Dios Padre es el que dirige y gobierna los destinos y fines de
los hombres, y muchas veces éstos no están nada claros ni se ve por donde
pueden venir, es necesario consultar con él para que nos dé luz sobre los
mismos, si le place. Es lo que hace el P. Palau tantas veces con su Padre Dios.
Le dice a Juana Gracias: “Yo
consultaré con Dios, cuidaré de informarme de su voluntad, miraré por qué
caminos has de ir y, a tiempos oportunos, te manifestaré lo que has de hacer y
lo que has de practicar” (Cta. 11)
“En la oración yo cuido
de consultar y pedirle continuamente os infunda aquellas virtudes que con
vuestras fuerzas no podéis ni sabéis adquirir”, las dice a las hermanas de Lérida (Cta. 12).
Refiriéndose al nuevo
campo de la predicación que emprende después de su vuelta del destierro de
Ibiza, le escribe a Juana gracias: “Me salvaré obedeciendo a Dios, por dura
que sea la misión (de predicar) … Cómo y de qué manera he de cumplir mi misión,
no lo sé, Dios lo sabe. El tiempo me lo dirá. Ahora consultaré a Dios”
(Cta. 63 y 67).
Desde que descubrió el
Vedrá, es el lugar para consultar con Dios, especialmente en la cueva de aquel
islote. “El objeto principal de mi viaje a Ibiza ha sido para consultar
todas mis cosas en los ejercicios que todos los años hago en el Vedrá. El 30
(era domingo) voy allá y estaré hasta el día 6… Yo consultaré más a mis solas
la voluntad de Dios sobre esto (unir la vida activa a la contemplativa), y bajo
este plan de obras de caridad ordenadas a la enseñanza y visita de enfermos,
podríamos normalizar y legalizar la empresa” (Cta. 93)
El Vedrá se convirtió en
su santuario, su Sinaí. Cada año se retiraba a hacer ejercicios espirituales y siempre
que tenía ocasión se retiraba allí, y su estancia en aquella adorable soledad
–siempre eran pocos días- la dedicaba entre otras cosas a consultar a Dios
sobre los distintos asuntos y problemas que se le iban presentando. No fue el
que menos trabajo le dio el de su dedicación al ejercicio del exorcistado. Le
escribe al P. Pascual, Procurador General de la Orden sobre este particular: “Diez
años ha que en los veranos vengo a este monte a dar cuenta a Dios de mi vida y
consultar los designios de su providencia sobre la orden a que pertenezco” (Cta.
115).
P. Román Llamas, ocd
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