Hacer la voluntad de Dios es glorificarle
“Tal vez usted me diga: ¿Cómo
glorificarle? Es bien sencillo. Nuestro Señor nos enseña el secreto cuando nos
dice: ‘Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me ha enviado (Jn 4,34).
Únase, querida señora, a la voluntad del Maestro adorable, vea cada sufrimiento
y cada alegría como venidos directamente de él y entonces su vida será una
comunión continua, ya que cada cosa será como un sacramento que le comunicará a
Dios. Y esto es muy real, porque Dios no se divide: su voluntad es su ser” (Cta
264: fin 1.1906)
P. Román Llamas ocd
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Hacer la voluntad de Dios es seguir
los caminos de Dios.
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