LAUDEM GLORIAE (9 DE 19)
Para
que podamos manifestar esa gloria, Dios Padre nos ha comunicado su ser, su
naturaleza en el bautismo. Ser y naturaleza que se llama amor. El amor ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu que se nos ha dado (Rom 5,5) De
ahí que ser alabanza de la gloria de Dios es ser alabanza de su amor, es
manifestar, ser testigos de su amor en la vida.
Cuando
Isabel de la Trinidad dice que es la alabanza de la gloria de Dios, está
gritando que es la alabanza de su amor y como no hay mayor amor que dar la vida
por los amigos, su alabanza de gloria, de la gloria de Dios es testimoniar este
amor en la pasión y muerte por amor. De ahí ese querer identificarse con
Jesucristo, el Crucificado por amor.
P. Román Llamas, ocd
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