LAUDEM GLORIAE (18 DE 19)
Morar
en Dios, ser alma de silencio, fe y simplicidad, acción de gracias son esas
actitudes fundamentales que no tienen nada de superficiales o románticas, sino
que ahondan sus raíces en esa vocación y chupan de su savia y están proclamando
ese destino y llamamiento de Dios a ser ‘alabanza de su gloria’ o a vivir para
‘la alabanza de su gloria’. Así se expresa una mística, una creyente profunda,
un alma de silencio, contemplativa y de palabra encendida al mismo tiempo. En
resumidas cuentas, se trata de devolver a Dios la inmensa generosidad con que
nos ha tratado que le llevado a darnos y entregarnos a su propio Hijo como
Salvador, como Amigo, como Todo. A ese amor tan gratuito, derramado sin
reservas, el hombre no puede responder sino con un amor gratuito total,
haciendo de la vida una especie de letanía en la que, a cada hecho de la
gratuidad continuada de Dios, el hombre responde el ora pro nobis de la
gratuidad total del hombre, siendo así ‘alabanza de su gloria’.
P. Román Llamas, ocd
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