JESÚS MAESTRO (1 de 3)
Jesús
es el Maestro, Maestro bueno, mi Maestro, dulce Maestro y buen Maestro, es casi
el título que con más frecuencia da a Jesucristo y se lo da constantemente. El
único Maestro de su vida ha sido Jesús. Ya lo dijo Él: “Pero vosotros no os
hagáis llamar Rabí, Maestro, porque uno solo es vuestro Maestro y todos
vosotros sois hermanos” (Mt23.8).
Y
el título de Maestro le evoca la escena de María Magdalena a los pies de Jesús,
escuchando las palabras y bebiendo las enseñanzas, que salen de sus labios (Lc
10,39) Escena de la que era muy devota: La llama a María Magdalena la gran
apasionada, la gran iluminada (Cta 121) “Me parece que a eso se refería el
Maestro cuando hablaba a Magdalena del “Unum neccesarium” (Lc 10.42) ¡Cómo lo
había comprendido la gran Santa! El ojo de su alma iluminada por la luz de la
fe había reconocido a su Dios bajo el velo de la humanidad, y en el silencio,
en la unidad de sus potencias, ella escucha las palabras que Él le decía (Lc
10,39). Ella podía cantar: “Mi alma está siempre en mis manos”. Y esta única
palabra: “Nescivi”. Sí, ¡ella no sabía nada más que Él! Podía hacerse ruido,
agitarse a su alrededor: “Nescivi”. Se podía acusarla: “Nescivi”. Ni su honor
ni las cosas exteriores podían sacarla de su “sagrado silencio”.” (UE: 4)
P. Román Llamas ocd
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