CARMELITA EN EL MUNDO (3 de 3)
Con anterioridad le describe la vida de la carmelita que “está hambrienta de silencio para escuchar siempre, para penetrar más en su ser infinito; está identificada con aquel a quien ama, le encuentra en todo, le irradia a través de todas las cosas. ¿no es este el cielo en la tierra? Este cielo, querida Germanita, lo lleva en su alma, puede ser ya carmelita, porque la carmelita es por dentro, donde Jesús la reconoce, es decir por su alma” (Cta 133: 17.8.1902). Sólo le faltó añadir: como yo misma lo viví siendo seglar en el mundo.
Escribe Conrad de Meester: “No olvidemos tampoco –y es muy importante subrayarlo- que Isabel ha vivido como joven seglar, lo que ella alaba más tarde ya carmelita. Antes de su entrada en el Carmelo, siendo una jovencita, vivía ya “dentro”, en los viajes, con las amigas, en su casa, tocando el piano. Ella se sentía llevada y atraída por la presencia de Dios y respondía con una generosidad sin límites. Una parte considerable de sus escritos datan precisamente de esta época de juventud… Es una buena suerte para esta edición poder revelarlos y mostrarnos una joven santa en el mundo, atenta a los demás y que vivía su “pasión por Dios” (Cta 136) en la “celdilla” de su corazón (Obras completas p.27)
P. Román Llamas ocd
Comentarios
Publicar un comentario