g) Somos hijos de Dios (8 de 8)
Si Dios es nuestro Padre,
nosotros somos hijos suyos y lo somos con todas las consecuencias. Porque todo
es suyo, todo es nuestro. Les dice a las Marías de Ciudadela: “Para una hija
de Dios, para una esposa de Jesucristo hay un palacio, y este es el mundo todo,
el material. ¡Qué grandezas en él, que magnificencias! ¡Ah! Todo es nuestro
porque lo habéis dejado todo. Mirad a Santa Rosalía, sola en una cueva, sin
cama, sin platos, sin más cosas que lo que le ofrece la peña. ¡Qué rica, qué
rica, no por ser hija de reyes terrestres, sino hija amada de Dios!” (Cta. 69)
Comentarios
Publicar un comentario