ALMA DE ORACIÓN (5 de 10)
En el aniversario de su entrada en el Carmelo pide al canónigo Angles que le bañe en la sangre de Jesús para que logre ser enteramente pura, del todo transparente para que la Santa Trinidad pueda reflejarse en mí, como en un cristal (Cta 131: 2.8.1902); la comparación está tomada de Santa Teresa en las Moradas primeras… (Cfr Cta 136)
A Germana Gemeaux, una jovencita de 15 años, la escribe que el 17 de septiembre, en que cumple los 15 años, la consagrará a la Santísima Trinidad para que los Tres, que tanto amamos las dos, sea verdaderamente el centro donde discurra nuestra vida…Nos perdemos juntas en la Santa Trinidad… Me llamo siempre Isabel, pero tengo también el nombre de la Santa Trinidad ¿no es un nombre bonito? (Cta 136:14.9.1902).
Mi amadísima Madre –le dice a su Priora- ruegue V-R un poquito para que la casita de Dios sea completamente invadida por los Tres (R p.215). A la misma Germana le dice en otra carta: “Los domingos paso con usted un día en honor de la Santa Trinidad. ¡Oh, mi Germanita, que bueno es Dios por habernos dado la devoción a este misterio! Que nuestra vida discurra en él…que sea verdaderamente nuestra morada en la tierra. Allí hagamos silencio para escuchar a aquel que tanto tiene que decirnos” (Cta 165: 20.5.1903)
” Yo soy –le dice en otra- Isabel de la Trinidad, es decir, Isabel que desaparece, se pierde, se deja invadir por los Tres” (Cta 172: 20.8.1903).
P.
Román Llamas ocd
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